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Soluciones de iluminación especial para exhibidores de vino, cerveza y champán

La fotodegradación de todos los grupos de alimentos, incluidas las bebidas alcohólicas, está bien investigada y documentada. En el pasado, este daño se asociaba a menudo con la radiación UV e IR. Sin embargo, ahora sabemos que el espectro visible afecta a la composición química y orgánica de champagnes, vinos, cervezas y otras bebidas.

Promolux ha sido pionera en la investigación y ha diseñado espectros de luz personalizados para reducir la fotooxidación de los alimentos y las bebidas alcohólicas.

La mayor parte de los daños se producen en el punto de venta o cuando se almacenan en bodegas privadas, ya que los productores son muy conscientes del efecto “golpe de luz” y protegen sus productos de la luz. Gran parte de las investigaciones se han realizado con fluorescentes, pero estudios recientes con LEDs confirman que el espectro visible de longitudes de onda por encima de los UV y, en particular, los 375nm , 440nm y hasta 520nm, producen daños importantes.

Los vinos blancos y rosados son los más delicados y sensibles y pueden resultar dañados en cuestión de minutos afectando a su sabor y aroma. Esto se debe a que las reacciones catalizadas por la luz con la riboflavina forman mercaptanos y otros compuestos sulfurosos que tienen un olor y un sabor desagradables, descritos a menudo como olores a zorrillo, cebolla, col cocida, lana húmeda o soja.

Los fabricantes intentan reducir este daño utilizando botellas de vidrio tintado. Sin embargo, con el tiempo, la luz traspasará en cierta medida, ya que muchas bebidas alcohólicas se conservan en las estanterías o envejecen durante mucho tiempo. La exposición a la luz regular hace que todos los vinos sufran una pérdida de calidad en el color, el cuerpo, el sabor y el olor.

Las lámparas LED de espectro seguro de Promolux proporcionan colores reales para los exhibidores de cerveza y vino de los comercios con una radiación mínima en las longitudes de onda que afectan a estas bebidas alcohólicas.

El más conocido por sus investigaciones sobre los sabores del champán (“goût de lumière”), es Maujean, de la Universidad de Reims, que ha demostrado que cuando los aminoácidos del vino se oxidaban con la luz, el champán se volvía desagradable en sabor y olor en sólo unos minutos de dicha exposición a la luz, por ejemplo en un supermercado.

De forma similar, toda la cerveza puede quedar “golpeada por la luz”, lo cual es inconfundible, ya que produce un olor y un aroma muy potentes casi inmediatamente después de que la cerveza haya sido expuesta a la luz. Por este motivo, la mayoría de las cervezas se presentan en cristales tintados para reducir este efecto. Al igual que en el caso de los vinos, la cerveza contiene enzimas que, al ser oxidadas por la luz, se descomponen en radicales libres y moléculas que contienen azufre y mercaptanos que producen ese olor y sabor desagradable. Las luces que tienen una longitud de onda inferior a 500 nm son la principal causa de esta oxidación.

Por último, todas las demás bebidas alcohólicas muestran una degradación debida a la fotooxidación en algún grado y dependiendo del tiempo que hayan estado en el estante. Esto incluye el ron, el whisky, el bourbon, el escocés y varios licores, entre otros.

Exhibidores de cerveza en frigoríficos comerciales
Iluminación de exhibidores comerciales de bebidas y exhibidores refrigerados
Merchandising de tiendas de vino al por menor